Durante el primer año se dedicó especial atención a promover la participación de las familias de las comunidades y de las asociaciones locales a través de un programa de socialización del proyecto, sensibilización, fortalecimiento organizativo y talleres participativos sobre el tema del turismo comunitario.
De esta manera hemos definido las prioridades de las comunidades respecto a las posibilidades que ofrece el proyecto, para asegurar que el desarrollo del turismo responsable responda a necesidades reales de las familias involucradas.
En los últimos meses, a través de la firma de acuerdos de cooperación, han empezado a participar en el proyecto el grupo de artesanas y artesanos "Manos Mágicas", que ofrece ropa tradicional y artesanías en piedra local hechas a mano, el grupo de jóvenes "Inti Marka" (pueblo del sol) que revaloriza danzas tradicionales andinas y un grupo de mujeres que practican agricultura biológica en sus huertos familiares, cuyos productos se aprovecharán en el restaurante comunitario de próxima construcción.
Al mismo tiempo, se ha llevado a cabo un inventario del patrimonio turístico local a través de un estudio que identifica y localiza los principales lugares de interés ambiental y cultural de la zona como, por ejemplo, la reserva natural de Pululahua, un cráter colapsado y actualmente habitado con una excepcional riqueza de flora y fauna, los sitios arqueológicos pre-incaicos, lugares sagrados y de observación astronómica, las casas de hacienda del siglo XVII, los antiguos hornos de cal y las fuentes termales. El estudio se ha enfocado también en el patrimonio intangible, que comprende costumbres y tradiciones, leyendas, comidas típicas, trajes tradicionales, medicina natural y fiestas.
Con toda esta información se puede construir una oferta turística completa y al mismo tiempo revalorizar el patrimonio local ambiental y cultural que, en cierta parte, se está perdiendo.
Actualmente se encuentran en construcción 6 cabañas para alojamiento turístico y otras se construirán durante los próximos meses. Tres de ellas están en la comunidad de Caspigasí, en la ladera externa del cráter del Pululahua, una posición que permite disfrutar de la vista del valle y caminar hasta el borde del cráter para disfrutar de la vista de la reserva natural. Las otras tres cabañas están ubicadas en Rumicucho, cerca del Pucará, fortaleza pre-incaica, lugar de ceremonias sagradas y observaciones astronómicas. A lado del Pucara, gracias al proyecto, se está remodelando una casita que pronto se convertirá en un museo para exhibir las piezas arqueológicas encontradas en el sitio.